Por
Dora Silvia Fuksman
El
llanto moja sus ojos
El
berrinche, desdibuja la sonrisa
la
rabia invade su mirada
Después
del abrazo, el cambio
Debajo
de los rulos apretados
que
acarician su frente
los
ojos sonríen de nuevo
es
sólo un juguete
que
da mucho miedo.