Por
Liliana Leiva (*)
"Y
sobre todo, mirar con inocencia, como si no pasara nada, lo cual es
cierto." Alejandra Pizarnik dejó en su cuerpo y alma de
escritora una mirada que singularizó todo lo que la rodeó. Pero, el
secreto es que Andrea ya lo sabía, ya lo experimentaba antes de
conocer a Alejandra y le sumó una dimensión aún más singular: el
ser solidaria, el entender y estar convencida hasta el alma que no
hay otres sino todes.
Inmensa
mujer, increíble escritora, un ser al que no se le cuelan sombras.
Aún en sus "peleas" por lo justo irradiaba luz. Cómo
decirle no. Ahora en las enormes redes que supo tejer, hay
aprendizajes y necesidad de honrarla con una práctica solidaria y
poética que se nos aparece de sólo pensarla, de sólo nombrarla.
Andrea
Boquete, Andrea Boq desde el corazón, desde las entrañas, desde la
razón, hoy transformades en valientes te abrazamos.
(*)
Coordinadora y docente de los talleres de escritura y lectura
“Mostrando la hilacha” y “Les cacatues sobrevuelan por La
Matanza”.