Por Rosario Rivarola
¿Sucede de verdad? esta realidad ajena, enajenada, ansiosa, azarosa, hambreada, ausente, amarga.
A veces tengo un hombre que me duele el cuerpo, otras veces tengo pueblos en mi rodilla, mares en mi espalda y luchas en las calles junto a otros, otros pequeños, niñas, bebés ancianos.
Siempre recuerdo el cuento de la tía Ofelia que a la mañana cantaba levantándose y a la noche soñaba mundos e infiernos.
Pero soy yo realmente en este día,
de este país ajeno y compañero
enajenado y lúcido
ansioso y seguro
hambreado y colmado
amargo y dulce
porque seremos millones
seremos y seremos
siempre adelante
porque tenemos la razón
y el mundo será de todos.