Por
Liliana Leiva (*)
"Y
sobre todo, mirar con inocencia, como si no pasara nada, lo cual es
cierto." Alejandra Pizarnik dejó en su cuerpo y alma de
escritora una mirada que singularizó todo lo que la rodeó. Pero, el
secreto es que Andrea ya lo sabía, ya lo experimentaba antes de
conocer a Alejandra y le sumó una dimensión aún más singular: el
ser solidaria, el entender y estar convencida hasta el alma que no
hay otres sino todes.