17.12.16

MABEL, CUIDÁ LOS CHANCHOS


  Por María Yacobe
1
Así me gusta. Que ya estés levantada. Porque al que madruga Dios lo ayuda. Encendé el fuego Mabel, que hace un frío bárbaro acá. Poné la pava y hacete unos mates. Acordate que para mí sin azúcar. Y quedate un rato conmigo así charlamos. Total ¿qué te cuesta?
Igual vas a tener tiempo. ¿Ya barriste las piezas Mabel? No te olvides que hoy vienen las de la fundación y hay que preparar algo rico para el té. A ver si te hacés esa torta invertida de manzanas que te sale bastante bien. Ojo qué molde usás. La última vez usaste ese que se desarma fácil pero no quedó bien cerrado y cuando el azúcar quemada se empezó a derretir se perdió todo el caramelo y se hizo un desastre. La cocina quedó como envuelta en niebla del humo que había y hasta las cortinas se impregnaron de olor a caramelo quemado. Usá otro molde Mabel, haceme caso. Hay que pelar las papas para el puré del almuerzo y sacudir las alfombras, todavía. Y no te olvides de encerrar bien los chanchos, Mabel. Que no vuelvan a escaparse al jardín que se comen las margaritas. No me digas si señora Gabi, si señora Gabi. Hacelo y punto. Y dejá de suspirar que te estoy oyendo. ¿Todavía estás con esa ropa? ¿Qué esperás para cambiarte? Apurate que están por llegar… ¿Cómo que es lo único que tenés? Cualquier excusa te viene bien para pedir un aumento a vos ¿Qué todavía te debo el mes pasado? ¿Y por qué no me hiciste acordar?
Se está nublando, Mabel. Entrá los chanchos. Cerrá bien las ventanas. Me parece que va a caer una lluvia fuerte.
Mabel, cuidá los chanchos. Que no se coman las margaritas.¡Mabel! ¡Mabel! ¿Dónde estás Mabel? ¡No te vayas! ¡Volvé Mabel!

2

A esa casa no vuelvo más. Y no es que no la quiera a la señora. Al contrario. Yo le tomé mucho cariño a pesar de todo. Ella no era así antes del accidente. Pobrecita la señora. Siempre fue buena conmigo. Pero desde que se accidentó se puso malhumorada y muy mandona: que preparame el baño, que haceme un tecito, que dónde está el queso crema, ¿no te dije que compraras? Siempre dando órdenes desde su silla como si se tratara de un trono. Y yo la entiendo. Tan joven y terminar en silla de ruedas. Y para colmo lo único que le quedó de distinguido fue el apellido porque lo que es la fortuna de la familia hace rato que se la jugaron su hermano y el ex marido.

No puedo seguir trabajando en esa casa por mil a la semana y ella diciéndome que no me queje, que me da casa y comida. Nunca un “gracias Mabel”. Y después anda diciendo por ahí que soy como una hermana. Yo sé que la voy a extrañar y que tal vez estoy siendo un poco injusta con ella. Pero por una vez en la vida tengo que pensar en mí. Los años no vienen solos y los achaques se hacen sentir. Lo primero es la salud. Por eso cuando recibí la carta de ANSES notificándome de la jubilación, ese día decidí irme para siempre. Justito, justito entré porque en septiembre se termina todo.

A veces pregunto por ella. Dicen verla de vez en cuando sentada en el jardín, rodeada de moscas y de chanchos. De las margaritas, no queda ni rastro. Y bueno…uno cosecha lo que siembra.

3


"Recordemos que es muy agradable sentir olor a fresco y limpio de la persona que nos sirve el desayuno", "Recordemos que no siempre la mucama posee gran capacidad de recepción y memorización"(1)

Acá vas a estar cómoda. Además tenés todo a mano: el canasto de la ropa sucia, el lavarropas, los artículos de limpieza, la tabla de planchar…

La pintura de la pared está un poco descascarada. Este es el bañito. El inodoro a veces se tapa. Te dejo una sopapa por las dudas. Ojo, los algodones tiralos en el tachito.

Esa mancha del techo viene del baño de arriba. Poné un trapito porque de vez en cuando cae alguna gota. Ya llamamos al plomero pero viste cómo son. Dijo que venía el lunes y todavía lo estamos esperando.

Con las otras no tuve suerte. Espero cortar la racha con vos. Robo hormiga me hacían. Todas iguales, como salidas del mismo molde. Pero la última colmó el vaso y mi paciencia. Me robó seis esclavas de oro. Regalo de mi marido. Una por cada año de casados. Y los mexicanos se salvaron porque no los encontró, que si no.

Te dejo todo anotado en este cuadernito así no se te olvida. Ya te encargué el uniforme. Va a estar para la semana que viene. No sabés qué paquetería. Color verdecito. A las morochas les sienta bien


(1)”Cómo conseguir una mucama…y no perderla en 7 días” (2007) de Gloria de las Casas y Mercedes de las Casas. Esta última, actual legisladora porteña (PRO) e integrante de la Comisión de Antidiscriminación.