22.7.18

MISTERIO ANCESTRAL


Por Raúl Barros

    Parece un sueño. El sol, en medio de las brumas se va elevando hasta iluminar, ¿un nuevo día?, ¿una aurora? ¿Será real? Es extraña, rara. ¿Por qué una aurora? ¿Por qué el desierto terrorífico con rocas muy altas que dibujan abismos? Desolación, estremecimiento, angustia.

   ¿Qué son esos animalitos extraños, peludos, que saltan, que danzan, con furia, con gritos, como asesinos, porque matan a otros como ellos, que quieren participar también del festín? ¿Será verdad todo ese sueño? ¿Habrá pasado? Esas criaturas matan. ¿Por qué? ¿Defensa propia? ¿Mandato irresistible de sus naturalezas?

   También aparecen otros animalitos parecidos, no tan peludos, más sofisticados, más delicados que seguramente también danzan y matan, obedeciendo a un mandato ancestral misterioso. Vuelan en aparatos extraños, bordeando la esfera cósmica que habita el espacio infinito. ¿Quizás a la deriva?, ¿Son otros tiempos? ¿Pero qué es el tiempo? ¿Todo esto en verdad es un sueño? No. Es el devenir eterno. Pero la eternidad, ¿no será también un sueño?